Erik: chica

Me enamore de su nombre.

No. Realmente estaba enamorado hacia mucho tiempo de ese nombre, incluso antes de conocerla. Hasta diría. Es más juraría, que fue porque se llamaba así que me fije primero en ella. Luego vino el huracán. Porque aquello no era de este mundo. Bien es que jamás había sentido algo así jamás antes. Al menos desde que puedo recordar.

Y sigo pensando igual a pesar de aquello ser historia ya. Tengo alguna amiga que así se llama, conocidas... Y cada vez que me encuentro con alguna nueva que lleve ese nombre, me la quedo mirando como perdido un rato con la consiguiente cara de sorpresa de la susodicha.

Sigue haciendo el mismo calor que estos días de atrás por mas que digan los hombres del tiempo que hoy bajaba algo la temperatura. Será por eso que mientras sentado en mi hamaca no miraba una película, y si al techo perdido en mis pensamientos, resulta que, y será por aquello del dichoso calor, ni mas mi menos me he ido a una noche invernal. Una noche histórica; terminábamos de llegar a su casa para dejarla hasta el día siguiente como hacen las parejitas recientes y en aquella escalera podíamos bien tirarnos una hora o si hacia falta dos despidiéndonos. Fue en ese instante al abrigo de las prendas invernales que sentí por primera vez su calorcito mas intimo (si ya se... es muy cursi, pero aquello no vuelve a sentirse las otras veces futuras ni parecido aunque sea con una extraterrestre). Lo cierto es que se me quedo clavado en el cerebro (a parte) esa sensación. Y sigo sintiéndola cuando lo pienso. Igual.